La votación en contra del veto se nutrió de un amplio arco político que incluyó a 95 legisladores de Unión por la Patria, cinco del Frente de Izquierda, seis de la Coalición Cívica y el bloque casi completo de Democracia para Siempre.

Los Gobernadores se plantaron y hubo divisiones en el PRO y la UCR

El rechazo al veto fue impulsado en gran medida por los bloques que responden a los gobiernos provinciales. Los diputados de Encuentro Federal, Innovación Federal y la bancada de Independencia (Tucumán) aportaron sus votos para insistir con la ley. Esta decisión profundizo un quiebre de los mandatarios provinciales con el Gobierno nacional, incluyendo a socios políticos de La Libertad Avanza.

La votación dejó en evidencia las divisiones internas en los bloques aliados de Milei. El PRO, que preside Cristian Ritondo, aportó solo 26 de sus 35 votos a favor del veto. Además, registró las únicas dos abstenciones, de las diputadas María Eugenia Vidal y Gabriela Besana.

La Unión Cívica Radical tampoco quedó exenta de las fracturas. Si bien el bloque que lidera Rodrigo De Loredo aportó diez votos a favor de la insistencia de la ley, dos legisladores que responden al gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo, cambiaron su postura y votaron a favor del veto.

Aún más, la derrota del Gobierno se vio acentuada por los votos en contra de dos diputados de su propio bloque, La Libertad Avanza: Carlos D'Alessandro y Marcela Pagano.