El Efecto Mamdani: La brújula de la Asequibilidad
Por Claudio Gareca
Docente en Ciencia Política
La victoria de Zohran Mamdani en la disputa por la alcaldía de Nueva York no es simplemente un cambio de guardia, es, como lo definió un titular de The Washington Post, una señal de que hemos entrado en una nueva era donde el eslogan es: "It’s affordability, stupid" (Es la asequibilidad, estúpido). Analizar la campaña de Mamdani requiere entender cómo utilizó la crisis del costo de vida como su brújula política, desafiando al establishment y redefiniendo las prioridades del voto demócrata.
El eje central de la campaña fue la Asequibilidad o accesibilidad, allí residió la clave del éxito de Mamdani, quien derrotó en primarias a Andrew Cuomo, el otro candidato demócrata. La narrativa de la campaña anidó en la capacidad de los neoyorquinos para simplemente permitirse vivir en la ciudad. Su victoria simboliza la "revuelta de los votantes demócratas”, una insurrección electoral impulsada por la frustración ante los desafíos cotidianos.
Mamdani, a menudo etiquetado como el "socialista”, dirigió su brújula directamente hacia soluciones de costo de vida como el transporte gratuito, propuesta de autobuses gratuitos en la ciudad de Nueva York, ello fue un compromiso directo para reducir la carga económica diaria. Si bien ésta propuesta se complica por la necesidad de asegurar bonos de pago, funcionó como un poderoso imán para los votantes.
La victoria de Mamdani inmediatamente activó el debate sobre si los legisladores del estado de Nueva York permitirían la imposición de impuestos más altos para financiar sus ambiciosos programas. Este debate subraya que la asequibilidad, desde la perspectiva de Mamdani, requiere una reestructuración fiscal que movilice recursos de los sectores más pudientes.
En el ámbito de la comunicación política, la campaña de Mamdani demostró una conciencia aguda de su base. El candidato recurrió a inspiraciones visuales como Bollywood en referencia a su herencia India, también inspirado en los llamativos colores primarios de las bodegas, los taxis amarillos, los vendedores de hot dogs y otros pequeños negocios que intentan destacarse en medio del ruido de la ciudad, creando, de ésta manera, una narrativa inclusiva y culturalmente resonante.
Tal fue la repercusión de su mensaje histórico el día que gano las elecciones, que su escritor político fue objeto de mención en The Guardian. Se buscó con ese discurso, en la noche de haber ganado las elecciones, que marque un punto de inflexión narrativo. Para ello se trabajó en cómo lograr que Mamdani se conectara con la comunidad afroamericana, que hablara con los neoyorquinos gays y trans, con los taxistas senegaleses y las enfermeras uzbekas. En ello jugó la experiencia a pie que le proporcionó Julian Gerson, a quien venimos referenciando y que es uno de sus consultores de campaña.
No hay que dejar de remarcar de que Zohran es un hábil orador multimedia, dirigiendo sus mensajes a la comunidad latina en español y a la comunidad de medio oriente en árabe, con su natural cadencia y dominio rapero.
El triunfo de Mamdani ha generado una onda expansiva que va más allá de City Hall (ayuntamiento o alcaldía) y es el nerviosismo en el establishment, la victoria de Mamdani ha hecho que los demócratas de Wall Street vean con temor las políticas redistributivas. Ni hablar del impacto bipolar global, la victoria provocó la celebración en la izquierda global, pero simultáneamente atrajo la condena en Israel, mostrando que su figura polariza a nivel internacional. El perfil radicalizado de Zohran lo convierte en un objetivo estratégico para los oponentes, los republicanos. Si bien su éxito en Nueva York es indiscutible, algunos analistas cuestionan si la política de Mamdani ganará fuera del estado de Nueva York, limitando potencialmente el alcance de esa revuelta.
La victoria de Zohran Mamdani es un caso de estudio sobre cómo un candidato puede movilizar una base electoral utilizando una comunicación clara y soluciones directas a un problema económico palpable. Al priorizar la asequibilidad por encima de la economía general, Mamdani ha reajustado la brújula política. El desafío que enfrenta ahora no es solo gobernar, sino demostrar que las promesas de asequibilidad, que lo llevaron al poder, puedan implementarse sin ser diluidas por los intereses establecidos que tanto temen éste nuevo rumbo. Es una prueba de fuego para saber si la "revuelta socialista" puede traducirse en una gestión eficaz.
